En México, el gobierno de Sheinbaum aprovecha los polémicos anuncios de Trump —difundidos en partidos de la Liga MX y dirigidos contra “criminales extranjeros”— para restringir la libertad comercial de medios mexicanos. Con ese pretexto, se impulsa una nueva ley que concentra el control de las telecomunicaciones y radiodifusión en una agencia subordinada al Ejecutivo. La iniciativa establece que la Secretaría de Gobernación vigilará los contenidos y sancionará su incumplimiento. Además, se contempla multar con hasta 5% de sus ingresos anuales a medios que transmitan mensajes de gobiernos extranjeros, salvo casos autorizados. Nadie sabe para quién trabaja esta reforma.