Una vez más, la política migratoria de Donald Trump pone en la mira a ciudadanos estadounidenses. José Hermosillo, de 19 años y residente de Albuquerque, Nuevo México, fue detenido durante diez días en un centro de detención de ICE, acusado de haber ingresado ilegalmente a Estados Unidos.
El incidente ocurrió el 8 de abril cerca de Nogales, Arizona. Las autoridades federales aseguran que Hermosillo se identificó como ciudadano mexicano y firmó una declaración admitiendo que había cruzado sin documentos. Sin embargo, la familia insiste en que siempre afirmó ser ciudadano estadounidense, pero que no le creyeron. Fue su acta de nacimiento y su número de Seguro Social lo que finalmente permitió que lo liberaran.
Este no es un caso aislado. Durante la presidencia de Trump, personas indígenas, puertorriqueñas y otros ciudadanos han sido detenidos injustamente en operativos migratorios. Las autoridades dicen perseguir criminales peligrosos, pero la realidad muestra una política que castiga a inocentes y ciudadanos legales.
Casos como el de José Hermosillo recuerdan que ni siquiera tener ciudadanía plena garantiza protección ante un sistema que muchas veces actúa sin evidencia clara.
