En una de las jornadas más trágicas en la historia reciente de Minnesota, miles de personas salieron a marchar rumbo al Capitolio estatal para protestar contra lo que consideran abuso de poder de la administración Trump, a pesar de la alerta por un atacante armado.
La movilización comenzó en St. Paul College y desafió las advertencias de seguridad tras el asesinato de la legisladora Melissa Hortman y su esposo, y el ataque contra el senador John Hoffman y su esposa. El presunto agresor, Vance Boelter, aún está prófugo.
La marcha fue parte de una jornada nacional de protesta tras disturbios en Los Ángeles y el desfile militar en Washington, D.C.. Aun con el temor, los manifestantes exigieron defender la democracia.
“Hoy eligieron no quedarse en casa, y eso ya es resistencia”, declaró Rebecca Larson, de Indivisible Twin Cities.