Analistas consideran que Donald Trump quiere eliminar el Servicio de Impuestos Internos, el IRS, y mientras tanto, lo está debilitando. Señalan que desde su llegada al poder, su administración ha buscado despedir empleados, reducir el presupuesto y cerrar oficinas que auditan a los más ricos. Esto favorece a los evasores fiscales millonarios, quienes tienen más formas de ocultar ingresos sin ser detectados. En 2022, se estima que Estados Unidos perdió 606 mil millones de dólares por evasión fiscal, más del doble de lo destinado a beneficios para veteranos. Menos auditorías significan más trampas y menos recursos para los servicios que apoyan a la clase media y trabajadora.