Después de ocho años sin actuar en Chihuahua, Alfredo Olivas regresó con éxito al estadio de béisbol Manuel L. Almanza. A pesar de tener malos recuerdos de su última presentación en ese estado, donde estuvo en peligro de muerte, el cantante originario de Ciudad Obregón, Sonora, decidió enfrentar su pasado y brindar dos espectáculos que estuvieron abarrotados. Los asistentes estaban ansiosos por cantar junto al intérprete algunas de las canciones que lo han convertido en una figura reconocida, como “Con la novedad”, “Tiene memoria la piel” y “El paciente”, entre otras.
Alfredo Olivas, ahora con una perspectiva diferente y una actitud positiva, no se dejó intimidar por su historia y quiso hacer de esa noche una celebración. Sin embargo, siendo respetuoso con las autoridades, decidió hacer algo que va en contra de la ley: cantar narcocorridos. Es sabido que el gobierno prohíbe esta práctica y aquellos que la ignoran deben pagar una multa considerable por promover el crimen. En este caso, el Gobierno Municipal de Chihuahua informó que Alfredo Olivas pagó una fianza de 674,310 pesos por incitar al delito, ya que tenía planeado interpretar canciones que hacen referencia a actos violentos o relatan la vida de personajes vinculados al narcotráfico.
Además, el cantante también recibió una multa adicional por una pelea que ocurrió durante el concierto, lo que suma un total de 741,741 pesos que Alfredo Olivas debe pagar a las autoridades de Chihuahua por las infracciones cometidas durante sus eventos en esa ciudad.