Varias manifestaciones se han presentado por fuera del edificio de apartamentos donde la semana pasada la policía abatió a un varón originario de Etiopía que previamente había atacado a una mujer.
Los manifestantes insisten en que los oficiales debieron haber tratado de otro modo el incidente puesto que el ahora occiso sufría de un episodio emocional. Mientras esto ocurría, la mujer a quien el sospechoso baleo, salió a reclamarles que la víctima en realidad es ella, indicó que el ahora occiso le disparó en varias ocasiones y que las balas pasaron muy cerca de sus dos hijos de 2 y cuatro años, y que de eso nadie habla, y les invitó a no confundirse, que esto no se parece en nada a lo de George Floyd, pues aquel estaba desarmado y no había intentado asesinar a nadie. Los manifestantes comenzaron a insultar a la mujer y siguieron con su vigilia, celebrando, según dijeron, la vida de Tekle Sundberg, que es el nombre que en vida llevaba el presunto agresor.
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