Bajo la enmienda al Código Legislativo de St. Paul, los propietarios de armas de fuego que dejen sus armas en un lugar donde “otra persona que no sea un usuario autorizado pueda tener acceso, incluyendo un vehículo”, podrían ser declarados culpables de intento de descarga de un arma de fuego. Los funcionarios de la ciudad afirman que las armas de fuego no aseguradas han generado una carga adicional para los agentes de policía, quienes desde 2020 han respondido a más de 5,000 llamadas de servicio en las que se informó de disparos de armas de fuego. La ordenanza fue aprobada por unanimidad y ahora se dirige al alcalde Melvin Carter, quien se espera que la promulgue como ley. El jefe de policía de St. Paul, Axel Henry, también ha expresado su apoyo a la medida.