Dos hombres de Minnesota resultaron heridos por disparos accidentales de niños durante eventos de caza. En el primer incidente, una niña de 12 años disparó por error a su padre mientras celebraban el éxito de su cacería. En el segundo caso, un niño de 10 años disparó involuntariamente a un hombre mientras este le enseñaba a descargar un rifle. Ambos hombres fueron hospitalizados, uno en Robbinsdale y otro trasladado en helicóptero a Fargo. Los incidentes ocurrieron en las poblaciones de Becker y Helga respectivamente.