Dámaso López Serrano, apodado “El Mini Lic”, ha destapado un secreto bien guardado en el mundo del narcotráfico: los pagos millonarios a artistas, en su mayoría del ámbito musical, para amenizar fiestas privadas de capos del narcotráfico.
En una entrevista con Anabel Hernández para Milenio, “El Mini Lic” admitió que llegó a gastar hasta 250,000 dólares en un concierto privado, lo que equivale a más de 4 millones de pesos actualmente. Según sus declaraciones, uno de los beneficiarios de tales generosos pagos fue el fallecido cantante Joan Sebastian.
Estos pagos millonarios, en su mayoría en efectivo, permiten a los narcotraficantes contar con actuaciones exclusivas en eventos privados, como el bautizo de un hijo, como fue el caso de “El Mini Lic”. En esa ocasión, Joan Sebastian tocó durante tres horas.
El mundo de la música regional mexicana ha sido ampliamente utilizado por figuras del narcotráfico para amenizar sus eventos privados. Según López Serrano, esta práctica ha sido común en el submundo de los cárteles. Esta revelación plantea interrogantes sobre la relación entre algunos artistas famosos y el narcotráfico, así como sobre la legitimidad y la ética de sus actuaciones en eventos privados de este tipo.
Las declaraciones de “El Mini Lic” proporcionan una visión intrigante de la intersección entre la música, el narcotráfico y el mundo de los cárteles, que ha estado rodeada de secretismo y especulación durante años. Por el momento, las autoridades no han anunciado medidas específicas en relación con las revelaciones de Dámaso López Serrano, pero es probable que este nuevo escándalo atraiga la atención de las fuerzas del orden y los medios de comunicación.
Ningún representante de la familia o el legado de Joan Sebastian ha comentado públicamente sobre estas afirmaciones, y no se ha confirmado la veracidad de las declaraciones de “El Mini Lic”.