Donte McCray ha sido sentenciado a más de 45 años de prisión por el asesinato de Kyla O’Neal y su recién nacido, Messiah, quien murió días después del parto que fue apresurado al morir la madre. El asesino admitió dos cargos de homicidio en segundo grado en octubre. El crimen ocurrió después de que la ahora occisa terminara la relación con su agresor y él la asesinara en el estacionamiento de su trabajo en enero. La familia de la víctima declaró que McCray había sido agresivo y la amenazó anteriormente.