Dos niños resultaron heridos por disparos el fin de semana en Minneapolis y St. Paul. En St. Paul, un niño de 10 años fue alcanzado en el estómago por una bala en su casa. A pesar de estar en condición crítica, se espera que sobreviva. La policía cree que el tiroteo fue intencional desde fuera de la casa. En Minneapolis, una niña de 11 años sufrió una herida no crítica por una bala perdida en su dormitorio. No hay arrestos en ninguno de los casos. Estos tiroteos se suman a una serie de incidentes violentos durante la noche en ambas ciudades.