Un hombre identificado como Shannon Cortez Gooden, de 38 años, es el sospechoso de disparar fatalmente contra dos policías y un paramédico antes de quitarse la vida en Burnsville. Gooden tenía antecedentes penales, incluyendo un asalto en 2007, cuya condena fue reducida de felonía a delito menor por cumplir con la libertad condicional. A pesar de recuperar el derecho al voto, se le prohibió de por vida poseer armas de fuego. En agosto de 2020, Gooden intentó sin éxito recuperar ese derecho, argumentando que buscaba proteger a su familia. El historial incluye acusaciones de arrebatos violentos contra mujeres con las que compartía hijos, pero las órdenes de protección fueron rechazadas. El Star Tribune confirmó la identidad del tirador a través de una fuente informada sobre la investigación. Ni la mujer que se cree que vivía con Gooden ni su familia quisieron hacer comentarios.