Luego de casi una semana desde que los tres socorristas murieron en Burnsville por atender a una llamada de violencia doméstica, cuatro hombres se llevaron una sorpresa al ver que su pequeña idea de salir el fin de semana a las calles con un convoy para rendir homenaje a las víctimas, se  transformaría  en cientos de camionetas acompañándolos en el estacionamiento de Burnsville Center. La cantidad de personas presentando respetos a los oficiales caídos fue tal, que durante varias horas el tráfico se vio afectado mientras decenas de familias efectuaban muestras de respeto a los dos oficiales y el paramédico muertos por un sujeto que seguía libre a pesar de tener un largo historial violento.