La madre de tres de los 7 niños presentes cuando Shannon Gooden disparó y mató a dos policías y un paramédico en Burnsville declaró ante un gran jurado federal, revelando que se centraron en las armas de Gooden. Noemi Torres afirmó que nunca le pidió que comprara armas ni la utilizó como intermediaria. Las diligencias del gran jurado son secretas, pero los testigos pueden hablar al respecto. La procedencia de las armas del multiasesino sigue siendo una incógnita, y un comercio de armas de Burnsville fue visitado por investigadores que rastrean su origen. Uno de los hallazgos sugiere que una de las armas estaba vinculada a esa tienda y fue adquirida de manera fraudulenta.