Dos adolescentes involucrados en un tiroteo en una gasolinera de Minneapolis no irán a la cárcel, sino que serán enviados a centros de detención juvenil. Los jóvenes de 17 años aceptaron acuerdos con la Fiscalía del Condado de Hennepin. La decisión de mantener el caso en el sistema de justicia juvenil generó frustración en una de las víctimas. Joe Babineau, cuyo auto resultó dañado por los disparos, expresó preocupación por la seguridad pública. Aunque se recomendó que uno de los adolescentes fuera juzgado como adulto, la fiscalía optó por mantenerlos en el sistema juvenil. La oficina del fiscal defendió su decisión, citando la importancia de intervenciones juveniles para prevenir la violencia armada.