Una investigación en Minnesota ha llevado al procesamiento de ocho personas por robar identidades y facturar fraudulentamente a Medicaid por servicios no proporcionados, defraudando al programa por casi $2.6 millones de dolares. El esquema incluyó la presentación de reclamos por servicios que nunca se brindaron, como intérpretes y transporte, según la Oficina del Fiscal General. Este caso es parte de la operación “PITSTOP 66”, una colaboración entre varias agencias estatales. Hasta ahora, nueve personas han sido condenadas como resultado de esta investigación, que también podría resultar en cargos contra otros propietarios y empleados de clínicas y empresas de atención médica financiadas por Medicaid.