La policía de Minneapolis y la división de licencias comerciales de la ciudad buscan tranquilizar a los residentes del vecindario Longfellow tras un tiroteo ocurrido este fin de semana. Se están intensificando las patrullas en la zona cerca de la Avenida 34 y Lake Street, donde un club nocturno ha generado preocupación. El arrendatario del local ha recibido una notificación de desalojo programado para este mes. Vecinos informan que las fiestas descontroladas atraen a cientos de personas. El domingo, los disparos despertaron al vecindario y dañaron autos, siendo el tercer incidente en dos meses. Los residentes, preocupados, temen por su seguridad.