Desde el 20 de enero, muchos han advertido una posible crisis constitucional en Estados Unidos ante las acciones de un presidente que, según críticos, actúa como un rey. Sin embargo, pocos se atreven a decirlo con todas sus letras: Donald Trump debe ser destituido. Un grupo de voluntarios, llamado Operation Anti-King, ha logrado que al menos ocho congresistas —entre ellos Ilhan Omar, Maxine Waters y Al Green— se pronuncien a favor del juicio político. Denuncian que Trump está violando la Constitución, erosionando la democracia y actuando fuera de la ley, mientras la oposición permanece demasiado cauta.