Estados Unidos comenzó a aplicar una nueva zona militar restringida en la frontera con México, y ya hay consecuencias. Esta semana, 28 migrantes fueron detenidos en Nuevo México tras presuntamente cruzar hacia un terreno ahora considerado propiedad militar. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió que habrá cero tolerancia: “Serán detenidos por tropas y agentes fronterizos”, dijo durante su visita a Santa Teresa.
La ACLU de Nuevo México expresó preocupación por los riesgos legales y humanitarios que implica esta medida, comparándola con entrar sin permiso a una base militar. El Departamento de Justicia no ha comentado sobre los cargos.