El gusto por detonar cohetes lleva a decenas de personas a cruzar el rio, rumbo a Hudson, para comprar pirotecnia pues en Wisconsin las legislaciones al respecto son menos rigurosas. Vendedores del lugar señalan que tres de cada cuatro clientes que reciben, van de Minnesota de lugares tan lejos de la frontera como St. Cloud. Indican que, durante la pandemia, las ventas de estos artefactos se incrementaron de manera notable pues dejaron de hacerse los espectáculos masivos y cada quien quería tener la fiesta en casa. Para los vendedores de Hudson, el 4 de julio representa más del 80 por ciento de sus ventas anuales y celebran el entusiasmo de los residentes de Minnesota de ir a comprarles.