El secretario de Estado Marco Rubio anunció que la administración de Donald Trump finalizó una depuración de seis semanas en la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), eliminando 5,200 de sus 6,200 programas.
Rubio afirmó que los programas restantes, un 18%, serán transferidos al Departamento de Estado para una administración más eficiente. Trump ordenó esta revisión al considerar que gran parte de la ayuda exterior era un gasto innecesario.
Legisladores demócratas han cuestionado la legalidad de la medida, señalando que el Congreso debe aprobar cambios en los fondos de asistencia internacional.