El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS) despedirá a 10,000 trabajadores y cerrará agencias clave que administran fondos para adicciones y centros de salud comunitarios. El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., calificó al departamento como una “burocracia ineficiente” y prometió hacer “más con menos”.
La reestructuración, impulsada por la administración de Donald Trump, reducirá el personal a 62,000 empleados. Expertos en salud advierten que los recortes podrían afectar la seguridad alimentaria y la salud pública. Kennedy justificó la medida alegando que el gasto del HHS no ha mejorado la salud de los estadounidenses.