El fiscal general de Minnesota, Keith Ellison, se unió a una coalición bipartidista de 39 fiscales generales para pedir al Congreso que prohíba a los intermediarios de beneficios farmacéuticos, conocidos como PBMs, ser dueños u operar farmacias.
Ellison denunció que estos intermediarios acaparan ganancias sin beneficiar al consumidor, elevan los precios y ahogan a farmacias independientes, especialmente en zonas rurales. Según el fiscal, esto reduce el acceso, la asequibilidad y la elección para millones de personas.
“Lo último que necesitamos es que estos intermediarios codiciosos tengan más poder”, afirmó Ellison, quien insiste en una ley federal para proteger a los consumidores y al mercado libre.