La administración Trump ha comenzado a cancelar números de Seguro Social de inmigrantes vivos, colocándolos en una base de datos federal de personas fallecidas. Esta táctica, revelada por The New York Times, bloquea su acceso a cuentas bancarias, tarjetas de crédito y servicios públicos, como forma de presionarlos a abandonar el país. Más de 6,300 inmigrantes han sido incluidos en esta llamada “death master file”, bajo acusaciones cuestionables de criminalidad. Grupos de derechos civiles advierten que se trata de una nueva estrategia burocrática para “borrar” a los inmigrantes, negándoles identidad y medios de vida en EE.UU.