Aunque otros géneros ocupan los primeros lugares de las listas de popularidad, algunas estrellas del regional mexicano siguen siendo fieles al “Pasito Duranguense” y desean que su ritmo no se extinga.

El regional mexicano abarca diversos subgéneros que dan vida y diversidad a la música que se escucha y se produce en el país. En la década de 2000, la revolución musical fue el “Pasito Duranguense”, que no solo se destacaba por su sonido original, sino también por su estilo de vestimenta distintivo.

Este ritmo alegre, rápido y mayormente impulsado por instrumentos de viento y sintetizadores se convirtió en la identidad del “Pasito Duranguense”. Algunos decían que era una combinación de quebradita y merengue, mientras que otros lo comparaban más con el norteño y la banda sinaloense, pero con un toque especial.

Durante la época del “Pasito Duranguense”, surgieron varios grupos y solistas que se hicieron famosos al llevar este sonido a otros países. Aunque muchos pensaban que era un género originario de México, la verdad es que su origen se encuentra en Illinois, Chicago, a principios del siglo XXI.

El término “duranguense” se debe a los migrantes provenientes del estado de Durango en México, quienes se identificaron con este ritmo y incursionaron como cantantes o músicos en bandas que lo interpretaban. Grupos como Montéz de Durango y Patrulla 81 fueron pioneros en la creación de este estilo musical. A pesar de su origen no mexicano, el “Pasito Duranguense” se arraigó en la cultura musical del país.

Aunque el “Pasito Duranguense” ha perdido popularidad en comparación con otros géneros actuales, sigue generando nostalgia entre aquellos que fueron cautivados por su energía contagiosa y su estilo único. Las estrellas que se mantienen fieles a este ritmo desean que no se extinga y que continúe siendo parte del legado musical del regional mexicano.