Mekhi Speed, de 18 años, se declaró culpable de asesinato en segundo grado en perjuicio de un varón de 38 que fue ejecutado en St. Paul a inicios de año y cuya investigación llevó a las autoridades a catear un domicilio en el Downtown de Minneapolis donde un varón murió al apuntar un arma a los elementos del SWAT y ser posteriormente abatido por ellos.

La persona muerta en este edificio resultó ser primo del asesino confeso y el incidente despertó una serie de protestas y descontento entre la comunidad para posteriormente ser motivo de una serie de cambios en los procedimientos de la Policía de Minneapolis. Se desconoce al momento cual será la sentencia en contra del adolescente.

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