Un operativo llevado a cabo hace algunas semanas por la ATF y la Policía de Minneapolis dio como resultado la detención de mas de 30 presuntos integrantes de las pandillas los Bloods y los Highs. Dos de los detenidos se declararon culpables del delito de portar armas cuando no deberían haberlo hecho por ser ex convictos, por lo que se estima que las condenas que recibirán pueden ser mucho mas benévolas que las que habrían resultado de las acusaciones iniciales y que los podrían haber llevado 15 años tras las rejas. Se sabe que ofrecieron colaborar con las autoridades y es posible que de ahí se haya llegado al arreglo antes mencionado.