Por tercera vez este año, un juez federal concedió una pausa de 30 días al decreto de consentimiento entre la ciudad de Minneapolis y el gobierno federal, que busca reformar profundamente al Departamento de Policía local.
Este acuerdo surge tras una investigación del Departamento de Justicia que concluyó que la policía de Minneapolis violó derechos civiles y mostró un patrón de conducta racista y abusiva, especialmente tras el asesinato de George Floyd.
La ciudad se opuso al nuevo retraso, alegando que el interés público exige una resolución rápida, pero el juez dictaminó que otorgar la prórroga es lo mejor para la comunidad. El proceso se extenderá hasta el 21 de mayo.