Las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) han aumentado bajo la administración de Donald Trump, con un promedio de mil arrestos diarios en diversas ciudades del país. Aunque las autoridades aseguran que las deportaciones se enfocan en inmigrantes con antecedentes penales, un análisis del Migration Policy Institute (MPI) señala que hay tres grupos con mayor riesgo de ser arrestados y expulsados.
- Personas que ingresaron ilegalmente o permanecieron más allá del tiempo permitido en su visa. Cualquier inmigrante en esta situación puede ser objetivo de ICE.
- Migrantes con visas temporales que incumplen los términos de su permiso. Esto incluye a quienes entran con visa de turista y trabajan sin autorización.
- Residentes permanentes o titulares de visas con delitos en su historial. Faltas como DWI, posesión de drogas, violencia doméstica, robo o porte ilegal de armas pueden llevar a la deportación.
Aunque estos son los perfiles más comunes, ICE puede detener a cualquier inmigrante con antecedentes penales, lo que genera preocupación en la comunidad. La incertidumbre crece mientras las deportaciones continúan y miles de familias temen ser separadas en los próximos meses.