El amago de la compañía Uber, que afirmaba ayer que de promulgarse una ley emitida por el Poder Legislativo que provocaría un aumento importante en las tarifas, dejaría de prestar la mayor parte de sus servicios en Minnesota, parece haber dado resultado pues el Gobernador Walz utilizó su facultad de veto para detener la aplicación de esta normativa. Legisladores determinaron que las suspensiones impuestas por la plataforma podrían se apeladas y que se les tendría que pagar más a los conductores, lo que llevaría las tarifas casi al doble, por lo que dejarían de ser competitivas. El Gobernador ordenó un estudio a fondo para llevar a cabo propuestas más sustentables en beneficio tanto de conductores como de usuarios. Por su parte, el Representante Omar Fateh, autor de la propuesta de ley, afirmó que el veto del gobernador “demuestra que las grandes corporaciones controlan a nuestro gobierno”