Pese a despedir a Dembélé en medio de la gira con cierta tristeza, el Barcelona abordó el avión de regreso con una sonrisa. Luego de vencer al Real Madrid 3-0 en El Clásico, el equipo catalán demostró su superioridad una vez más al ganarle al Milan 1-0 con actuaciones estelares en Las Vegas. Ansu Fati, quien levantó el dorsal ’10’, dejó en claro que su determinación por triunfar en el Barça merece una oportunidad, y lo hizo al decidir el partido con un gol fabuloso.

Pero no solo fue Ansu quien brilló en el campo. Balde y Lamine Yamal, dos talentos de La Masia y representados por Jorge Mendes, se destacaron en la primera mitad del encuentro. El primero, ya consolidado, demostró ser un verdadero talento. El segundo, con apenas 16 años, mostró su potencial como una joya en bruto, que sin duda merece ser cuidado y nutrido. Junto a ellos, Oriol Romeu, quien ha sido el MVP de la pretemporada, y Frenkie de Jong, que se ha hecho cargo del centro del campo tras la despedida de Busquets, dieron un gran apoyo al equipo.

Xavi optó por un once experimental debido a las ausencias por lesión de Gündogan, Christensen y Gavi, y el descanso para algunos de los jugadores clave (Ter Stegen, De Jong, Balde, Lewandowski). Dembélé también se encontraba fuera de la lista y de la historia del Barça. La noche en Las Vegas fue fría, pero el equipo dominó la primera parte, con Iñaki Peña destacando con dos buenas paradas para mantener el empate. Ferran, que jugó su primer partido como titular en la gira, estuvo cerca de anotar un par de veces pero no tuvo suerte.

El Barça, con un juego dirigido por Raphinha, mostró un buen rendimiento en la primera mitad, pero el marcador se mantuvo 0-0 al descanso. Sin embargo, la segunda mitad estuvo marcada por una serie de cambios que dieron oportunidades a otros jugadores. En general, el equipo mostró su potencial y dejó buenas sensaciones de cara a la próxima temporada.