Luis Chávez ha emprendido un emocionante viaje hacia Rusia en busca de cumplir su sueño de jugar en el fútbol europeo. Aunque no ha llegado a una de las ligas más prestigiosas del mundo, el mediocampista no ha temido enfrentar el desafío que representa el Dinamo de Moscú, equipo con el que ya ha debutado y donde ha compartido sus primeras experiencias en ese país.
En una entrevista con TUDN, Chávez describió cómo ha comenzado su etapa en el Dinamo de Moscú. Aunque no considera que el idioma sea un problema en el fútbol, reconoce que existen algunas situaciones que dificultan la comunicación, especialmente con su director técnico.
“Dentro del fútbol no es tan difícil, el idioma del fútbol es universal, pero sí hay cosas que se complican un poco, a veces hablar de lo táctico. Mis compañeros sudamericanos me están ayudando mucho para adaptarme lo más rápido posible”, explicó Chávez, quien detalló cómo son las charlas técnicas con el entrenador Marcel Licka.
“Normalmente, el técnico habla en ruso durante las charlas, y los traductores nos van traduciendo lo que nos dice. A veces, cuando utilizan videos, es más fácil de entender, incluso si está en ruso, porque nos guiamos por las señas o los movimientos del fútbol”, agregó.
Además del idioma, Chávez también ha tenido que lidiar con el cambio de huso horario, pasando de vivir en México a Rusia. Los primeros días fueron difíciles, especialmente adaptarse a las noches para poder dormir. Ha tenido alrededor de cuatro o cinco entrenamientos con el equipo y espera seguir mejorando.
A pesar de las críticas que surgieron tras su fichaje por el Dinamo de Moscú, Chávez no se preocupa por ellas y está decidido a vivir su propia experiencia. Él reconoce que esta liga presenta un alto nivel de exigencia y ritmo, con diferentes formas de juego y estrategias. Para él, lo importante es aprovechar la oportunidad y demostrar su valía en el campo.
Por último, Chávez se mostró muy contento con su fichaje y agradecido por el respaldo del cuerpo técnico, quienes desde el principio manifestaron su interés en contar con él en el equipo. Esta confianza fue un factor determinante en su decisión de unirse al Dinamo de Moscú.
