El emocionante enfrentamiento entre los Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers en el Super Bowl LVIII no solo dejó a los fanáticos con el corazón en la mano, sino que también estableció un nuevo récord de audiencia para el evento deportivo más grande de Estados Unidos.

Según informes de CBS este lunes, el Super Bowl atrajo a un promedio de 123.4 millones de espectadores, superando el récord establecido apenas el año anterior. El juego, transmitido por CBS y Paramount+, también contó con transmisiones en español por Univision y una versión centrada en los niños por Nickelodeon.

El enfrentamiento histórico entre los Chiefs y los 49ers, que se extendió a un emocionante tiempo extra, atrajo una audiencia masiva que se acercó a la transmisión televisiva más vista de todos los tiempos en 1969, cuando se estima que entre 125 y 150 millones de espectadores vieron el alunizaje del Apolo 11.

La NFL ha disfrutado de una temporada récord en términos de audiencia, con un promedio de 56 millones de espectadores para el juego de campeonato de la NFC y 55 millones para el de la AFC. La presencia de estrellas como Taylor Swift, quien ha generado interés adicional en torno a los Chiefs debido a su romance con el jugador Travis Kelce, ha contribuido a expandir aún más la base de fanáticos de la NFL.

La liga se ha convertido en una de las pocas experiencias de audiencia comunitaria en un panorama mediático cada vez más fragmentado, y sigue siendo una fuerza dominante en la televisión en vivo. Con 93 de los 100 programas de televisión más vistos en 2023 pertenecientes a la NFL, el Super Bowl continúa siendo un evento invaluable para los anunciantes, quienes desembolsaron alrededor de 7 millones de dólares por un spot de 30 segundos durante el juego.

El Super Bowl LVIII no solo fue un espectáculo deportivo, sino también un testimonio del poder duradero de la NFL como uno de los principales eventos televisivos del año.