Usher encabezó el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl LVIII con una actuación cargada de brillo, coreografía y nostalgia en el Allegiant Stadium, pero su presentación no estuvo exenta de críticas y decepciones, especialmente por la ausencia de Justin Bieber.

A pesar de contar con la participación de invitados especiales como Alicia Keys, H.E.R, Ludacris y Lil Jon, la ausencia de Bieber, quien fue catapultado a la fama por Usher en 2009, fue notable. Según el medio especializado Page Six, Bieber declinó la invitación de Usher debido a que “no se sentía listo” para ofrecer un show en vivo después de su retiro temporal de los escenarios.

Usher, quien recientemente concluyó una residencia de 100 conciertos en Las Vegas y lanzó su noveno álbum de estudio “Coming Home”, expresó previamente que “reducir 30 años de carrera a 15 minutos es mucho pedir”. A pesar de ello, el ganador de ocho premios Grammy entregó una destacada actuación, interpretando éxitos como “Yeah”, “Caught Up” y “Bad Girl” ante los 65 mil espectadores presentes en el estadio Allegiant de Las Vegas.

Esta no fue la primera vez que Usher se presentó en el escenario del Super Bowl, ya que en 2011 participó como invitado de Black Eyed Peas. Aunque la ausencia de Bieber generó cierta decepción entre los fans, Usher demostró una vez más su indiscutible talento y su lugar como una de las estrellas más destacadas de la música pop.