La Major League Soccer (MLS) está lista para dar inicio a su nueva temporada el miércoles, pero lo hará con árbitros suplentes debido al fracaso en las negociaciones entre la liga y el sindicato de árbitros. El Inter de Miami, liderado por Lionel Messi, inaugurará la temporada con este controvertido cambio.

El 95% de los miembros de la Asociación de Árbitros de la MLS (PSRA, por sus siglas en inglés) votaron en contra de la propuesta del nuevo convenio colectivo de trabajo, pactado con el organismo responsable de los árbitros de Norteamérica (PRO). El sindicato PSRA consideró que la propuesta estaba “por debajo de las expectativas”.

En un comunicado, el presidente de la PSRA, Peter Manikowski, expresó: “Vivimos para este juego, dándole el 100% de nuestra dedicación, experiencia, forma física y capacidad”. Señaló que el rápido crecimiento de la MLS ha aumentado las demandas físicas y mentales de los árbitros.

Por su parte, la MLS lamentó el rechazo de la propuesta, destacando que ofrecía un aumento global del 25% en comparación con 2023 en salarios, derechos de juego y prestaciones laborales. La liga afirmó que este acuerdo habría colocado a los árbitros de la MLS entre los mejor pagados del mundo.

Ante esta situación, la MLS confía en el plan de contingencia del PRO, que incluye el uso de árbitros “cualificados” que no forman parte del sindicato, para iniciar la temporada según lo previsto. Sin embargo, el PSRA advierte sobre los riesgos que esto conlleva, señalando que los árbitros suplentes pueden carecer de la experiencia y el nivel de aptitud necesarios para el trabajo.

El PSRA manifestó su disposición a regresar a la mesa de negociaciones. Subrayó que el uso de árbitros suplentes podría comprometer la integridad de la competición, argumentando que el deporte y todos los involucrados merecen árbitros que sean los mejores de Norteamérica en el conocimiento del juego de la MLS y sus reglas.