Con la incorporación de facto de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional se confirma la militarización de la seguridad pública en México.
Cabe recordar que este agrupamiento, supuestamente civil, procedía de la desaparecida Policía Federal. López Obrador ha dejado en manos de las Fuerzas Armadas cuestiones como el resguardo de la vacunación; la construcción de sus obras insignia, como su nuevo aeropuerto, el Tren Maya o las sucursales del Banco del Bienestar; la administración de aduanas en los puertos. Incluso, analistas señalan que la decisión del morenista es una mera formalidad, puesto que la Guardia Nacional ha sido conformada por soldados.
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