Con la propia acusada en el estrado, concluyeron los testimonios en el juicio de Minnesota contra Kim Potter. La ex oficial de 49 años relató su versión de los hechos y salieron a relucir datos que seguramente dejarán pensando al jurado durante el fin de semana pues en los 26 años de servicio, nunca había disparado su arma en una confrontación y esta hubiera sido la primera vez que activara el arma Taser en una situación de conflicto. Potter relató que vio la cara de su compañero a punto de ser arrastrado si el ahora occiso lograba poner en drive el vehículo y en ese momento vino la confusión con que terminó con la vida del sospechoso que intentaba darse a la fuga para no ser detenido por una orden relacionada con la posesión de armas. La representante de la fiscalía que interrogó a Potter más aparentaba estarla reprendiendo mientras la acusada estallaba en llanto. El lunes se presentarán los argumentos finales y vendrá la deliberación del jurado para decidir si es culpable de homicidio no intencional en primero y segundo grados.